Desde hace
varios días que en los medios, en el mundo, se pueden leer, ver, escuchar una
gran cantidad de opiniones, análisis, comentarios sobre el atentado terrorista perpetrado
en Francia. Imposible permanecer indiferente.
Condenarlo es
una obviedad. Pero limitarse a eso es simplista, ingenuo, cuando no cómplice de
tantos otros males. Por eso nos invito, una vez más, a pensar juntos, a
compartir perplejidades, deconstruir discursos, habilitar sentidos…
Me gustaría
empezar por una pregunta: ¿por qué tanta presencia en los medios?.
Porque
murieron varias personas, diría uno. Sin embargo, según informes de la ONU, cada día mueren más de 20.000
niños y niñas por la pobreza. Relean la cifra. Es escalofriante. Pero no tiene
tanta prensa.
Porque fue un
atentado terrorista, agregaría otro. Es decir, cualquier atentado terrorista
que acabe con la vida de varias personas debiera tener esta cobertura
mediática, este consumo de tiempo, espacio, energía. ¿Qué pasa con Nigeria,
entonces?. Apenas tres días después de lo sucedido en la sede de Charlie Hebdo
hubo un atentado en ese país, con una veintena de muertos. Y venimos de 3.000
en el 2014. Por poner solamente un ejemplo.
Entonces, ¿por
qué tanta presencia en los medios?. Posiblemente porque sucedió en París.
Porque no murieron pobres del tercer mundo, sino ciudadanos de una potencia.
Pero quizás también se haya amplificado porque el atentado fue contra un medio.
Y murieron periodistas. Y apareció la idea de “libertad de expresión”. Y se
alimentó la idea del miedo al extranjero o, para ser más precisos, al diferente,
al extraño, al que no es como uno, al otro. Y se necesita seguridad, gran
negocio del poder económico cuyo partenaire ideal es la política conservadora
de derecha. ¿Todo eso?. Muy posiblemente. O al menos eso me parece.
“¿Es
suficiente ser ‘Charlie Hebdo’?”, se pregunta Pérez Esquivel.
“La
Francia colonialista no tiene autoridad moral para hablar de terrorismo
criminal”, afirma Hebe de Bonafini.
"En
la libertad de expresión hay límites", dijo el Papa Francisco. Y
agregó: “No se pude provocar, no se puede insultar la fe de los demás”.
“Argelia
agrega contexto al ataque contra Charlie Hebdo”, según artículo de
TeleSur.
“Una
reflexión difícil”, escribe Boaventura de Sousa Santos.
“Los crímenes jamás tienen justificaciones
pero si tienen contextos”, tuiteó Florencia Saintout. Y luego escribió “El
debate contra el miedo”.
Todos los artículos linkeados, todos sus autores, condenan
el atentado en París. Pero no se limitan a eso. Por eso hay que seguir leyendo…
Y para el final de estos hipertextos les dejo el que más me
representa: “La
vida, los unos y los otros” de Washington Uranga.
Condeno el atentado terrorista en Francia. También los de Nigeria, y todos los que suceden en tantos otros lugares. Condeno también el hambre en el mundo. Estoy a favor de la libertad de expresión, de la libertad religiosa, y todo tipo de libertad ejercida con responsabilidad. Defiendo todos los derechos humanos de todos los humanos. Y por eso no puedo limitarme meramente, de manera simplista, ingenua, a condenar el atentado terrorista en Francia.
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