Estoy convencido que
muchos de los ciudadanos que participarán este 18 de febrero de la Marcha del
Silencio quieren vivir en un país mejor, donde haya justicia, donde se acabe la
impunidad y la corrupción, donde todos podamos vivir en paz, felices. Y yo
quiero lo mismo. Por eso me permito compartir con todos ellos, con todos
ustedes, algunas preguntas, algunos pensamientos, en voz alta.
¿Cuál es el objetivo de
la Marcha? ¿Qué se busca?
Se habla,
principalmente, de un homenaje a Nisman. A la par se hace referencia a verdad, justicia
y paz. Y se aclara que no es contra nadie, a la vez que se subraya que es no partidaria.
Todo esto a nivel explícito.
Otros hablan de una
movilización anti K, contra el Gobierno a quien se lo acusa de ser responsable
de la muerte de Nisman, y hasta de un intento de golpe o, al menos,
desestabilización.
¿Quiénes organizan?
¿Quiénes convocan?
Mediáticamente se habla
de “los fiscales”. En realidad son algunos fiscales. Con solo googlear sus
nombres podemos saber que algunos de ellos fueron criticados por Nisman por
obstaculizar el avance de la causa AMIA. O que en otras tantas causas no han
buscado, claramente, la verdad y la justicia. Que pertenecen al Poder Judicial,
a la Corporación Judicial, y están molestos con el actual Gobierno. Incluso que
algunos de ellos han tenido ofrecimientos de candidatos presidenciales, que
también irán a la marcha, para cargos públicos.
También es obvio que
los medios están jugando un papel destacado en la convocatoria. No hace falta
desarrollar mucho esta idea; basta con mirar la televisión, escuchar la radio o
leer los diarios. Los medios siempre responden a intereses corporativos y en esta
ocasión no es diferente.
Por último, los
partidos políticos opositores, y sus candidatos, también convocaron a la
marcha. Detrás de una supuesta neutralidad adelantan que van a ir, invitan a
toda la ciudadanía a hacerlo, y utilizan los medios y las redes sociales para
darle mayor relevancia esperando capitalizar semejante movilización.
¿Quién fue Nisman, el
homenajeado?
Para algunos es un
héroe que se animó a denunciar a la Presidenta (léase también Presidente/Yegua/Kretina/CFK).
Pocos prestan atención a que esa denuncia parece carecer de sustento jurídico.
O que estuvo 10 años al frente de la Unidad Especial para la Investigación de
los atentados contra la Embajada de Israel y la AMIA sin avances aparentes. O
que tenía estrecha relación con la Embajada de EE.UU., la CIA y la Mossad. O
que su principal informante era Stiusso, personaje oscuro, siniestro, que
iremos conociendo cada vez más. Basta leer las filtraciones de wikileaks para
darnos cuenta que dista mucho de ser un héroe que merezca ser homenajeado.
¿Y entonces? ¿Qué
hacemos?
Por lo pronto, #YoNoVoy
el #18F a la #MarchaDelSilencio. Y no voy porque me parece una convocatoria
oportunista, con intencionalidad de desestabilizar al gobierno, organizada por
fiscales con prontuario, fogoneada por los medios hegemónicos, y secundados por
políticos opositores ávidos de instalarse, de sumar votos, utilizando todos
ellos a parte de la ciudadanía para lograr sus fines inconfesables,
respondiendo a sus intereses espurios, dando la espalda al Pueblo.
Pero respeto a los que
deseen ir. Como dije al comienzo del artículo, con miradas diferentes, caminos
distintos, quizás buscamos lo mismo. Celebro que puedan decirlo con libertad,
que puedan manifestarlo en la calle, militando las ideas, poniendo el cuerpo. Y
también espero que podamos abrir la mente, abrir los ojos, abrir el corazón, para
seguir luchando, juntos, por el país que soñamos, con memoria, verdad,
justicia, paz…
Para seguir leyendo…
“El silencio y la furia”
por M. Wainfeld
“Los fiscales que no trabajan de fiscales” por M. Granovsky
“Detrás de
Nisman” por S. O´Donnell
http://santiagoodonnell.blogspot.com.ar/2015_01_01_archive.html#3806932764563974838
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